Instituciones y grupos
Desde
una concepción positivista, la institución no es otra cosa que un hecho social.
Tal es la definición de Durkheim: Las instituciones son, antes que nada el
orden instituído. Pero también pueden entenderse como sistemas defensivos
frente a la angustia. Monerot ofrece una visión mucho más subjetiva: la
comprensión de las instituciones, pasa por el plano de lo individual.
Berger
y Luckmann afirman que la transmisión del significado dentro de las
instituciones se basa en el conocimiento social y se transforman en soluciones
permanentes para problemas permanentes dentro de una comunidad. De esta forma,
la institución propone un orden, legitima y proporciona valores. Los
potenciales actores de acciones institucionalizadas aprender sistemáticamente
estos significados lo cual pone en evidencia la necesidad de un proceso
educativo. Resulta necesario para el funcionamiento de la institución que sus
significados se inscriban de manera indeleble en la conciencia del individuo.
La
institución es, pues, un espacio humanizado en donde se encarna la experiencia
individual a través de diferentes roles que al ser objetivados se transforman
parte del mundo objetivado accesible para cualquier sociedad. Así, los roles
desempeñados por los individuos, participan del mundo social en tanto han
internalizado dichos roles al tiempo que el mundo cobra realidad subjetiva
dentro de ellos.
Hay
pues, formas más poéticas de pensar las instituciones. Marcelo Percia diría que
una institución es un barullo desvastador, un estallido que arrasa con
clasificaciones, estadísticas y esquemas, un hervidero de desconfianzas y
complicidades... así, toda institución tendrá diferentes historias. Una
historia oficial y otra marginal que se escribirá en los pasillos, en las
quejas murmuradas, en el humor.
Como
diría Kaminsky, todo puede hablar dentro de las instituciones en la medida que
sepamos escucharlo. Porque no se trata solo de lo que una institución es sino
también aquello que ella cree ser. La creencia conforma una más de sus
dimensiones, que amplía el panorama de su estructura física, sus objetivos y
sus producciones. Todo esto, conforma una singularidad institucional
Los grupos dentro de las instituciones
Kaminsky dirá que en
las instituciones podemos ver grupos obejto y grupos sujeto. Mientras que los
primeros están sometidos a las consignas instituídas (jerarquización
institucional/verticalidad) su acción es lo que de ellos se espera, estén
satisfaciendo o no las expectativas institucionales. Los segundos pueden
desprenderse de la jerarquización, por lo tanto son más flexibles respecto al
interés personal. Estos grupos no pueden sostener una posición instituyente de
forma permanente, pero tienen vocación de "tomar la palabra", algo
que los grupos objeto no pueden hacer, en tanto sólo se limitan a repetir
"al pie de la letra".
Castoriadis, dirá que la institución es una red
simbólica en la que se combinan dos variables, un componente funcional y otro
imaginario.
Así, todas las instituciones poseen un juego de
fuerzas en tensión constante. Por un lado encontraremos lo instituido que estará dado por lo establecido, lo
determinado y representa una fuerza que tiende a perpetuarse de un modo
determinado, conservador, resignado, en contra de todo cambio. Loinstituyente será aquella fuerza que oponiéndose a lo
instituido, será portadora de la innovación, el cambio y la renovación.
Tanto lo instituido como lo instituyente, poseen una
naturaleza dinámica ya que uno ansía el lugar del otro
Siguiendo a Lidia Fernandez, la institución educativa
es un objeto cultura que expresa cierta cuota de poder social. Se trata de un
conjunto de seres humanos que posee una particular forma de organizarse con el
objeto de satisfacer necesidades básicas y asegurar producciones culturales. La
institución se sostiene en tanto es útil para los procesos de socialización y
control social. Esto significa que la tensión que se produce entre los deseos
de los individuos y la necesidad de adecuarlos a las formas sociales admitidas
a través de las producciones culturales cuyo objetivo es convencerlos de la
necesidad de sacrificar los deseos individuales en virtud de la estabilidad
conlectiva.
Lidia Fernandez, sugerirá que el estilo institucional
opera como intermediario entre las condiciones y los resultados.
Así postula los siguientes supuestos que subyacen en
los enfoques institucionales:
Ø 1. Existe en toda organización social, existe cierto
conocimiento oculto y cuya revelación es evitada o impedida por medios de
diversa potencia represiva.
Ø 2. Este conocimiento oculto refiere a las causas de
las diferencias sociales y de la enajenación, pero además, por el simple hecho
de permanecer vedado, es generador de diferencias aún mayores.
Ø 3. Algunos sectores se benefician de este
conocimiento oculto, por lo cual elevarán barreras con el objeto de mantener la
situación.
Ø 4. Las perjudicadas por este conocimiento oculto
también son portadoras de diferencias y defienden la concepción del mundo que
las incluye.
Ø 5. Para que el conocimiento sea liberado es
necesario que se ponga en marcha un movimiento social que procure la
transformación de la enajenación y la injusticia.
Pero la institución, el última instancia, puede ser un
espacio deliberativo, en tanto puede pensarse como un espacio en donde se
propicie un estado de palabra. Los grupos pueden ser estados de la institución,
una perspectiva. Lo grupal puede ser una turbulencia, un cuerpo desarticulado,
una búsqueda de una mejor comunicación.
Bibliografía:
CASTORIADIS, CORNELIUS (1983), "La alienación y
lo imaginario", en: La institución imaginaria de la sociedad, Vol.1,
Marxismo y teoría revolucionaria, Tusquets Editores, Barcelona, pp. 227-235.
FERNÁNDEZ, LIDIA (1994), "Componentes
constitutivos de las instituciones educativas", en: Instituciones
educactivas. Dinámicas institucionales en situaciones críticas, Paidós, Buenos
Aires, pp. 37-39.
KAMINSKY, GREGORIO (1990), "Sagas
institucionales", en: Dispositivos institucionales. Democracia y
autoritarismo en los problemas institucionales, Lugar Editorial, Buenos Aires,
pp. 9-15.
PERCIA, MARCELO (1994), "Cap.10: De las
instituciones, los grupos y los docentes"Pág:129-140, en: "Una
subjetividad que se inventa", Lugar Editorial. Bs. As.
No hay comentarios:
Publicar un comentario